¿Qué es una cuenta corriente y qué tipos hay?

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Las cuentas corrientes y las libretas de ahorro son dos de los instrumentos de depósito de efectivo más extendidos. Salvo pequeñas diferencias podríamos decir que tienen las mismas características.

En las libretas o cuentas de ahorro podemos retirar los fondos que hayamos depositado en cualquier momento.

Para poder abrir una libreta de ahorro debemos realizar de un contrato con la entidad bancaria. Una copia de éste tiene que ser entregada al cliente, en él estarán reflejadas las condiciones generales.

Con el contrato, la entidad financiera le entrega al cliente una libreta nominativa. Ésta es no endosable e intransferible.

Además, en la libreta van a quedar reflejadas todas aquellas operaciones que se lleven a cabo.

La libreta no está supeditada a ninguna oficina, sino que se puede utilizar en cualquiera que forme parte la red de nuestra entidad financiera.

Otra característica de las libretas es que llevan, normalmente, una banda magnética que se utiliza para facilitar el tratamiento mecanizado. Ésta también incorpora ciertas medidas de seguridad.

Los titulares de la libreta suelen firmarla a través de un procedimiento que solo permite la ver las firmas a través de luz ultravioleta.

Por lo demás no existe ninguna diferencia entre una libreta de ahorro y una cuenta corriente.

Tanto los tipos de interés como las comisiones vinculadas a las cuentas de ahorro y las cuentas corrientes son iguales.

Una cuenta corriente es un contrato de depósito irregular, es decir no son periódicos ni están preestablecidos, entre la entidad bancaria y el cliente. A través de éste, la entidad está obligada a custodiar el dinero recibido, comprometiéndose a su vez, a tenerlo siempre a disponible para el cliente. Además debe admitir toda clase de ingresos y pagos.

¿Qué necesitas para abrir una cuenta?

Para abrir una cuenta solo debemos acudir a nuestra entidad financiera y entregar una determinada cantidad de dinero, la cual constituirá nuestro primer depósito. También se firmará un contrato (la entidad debe entregarnos una copia).

Además, en el caso de las cuentas corrientes, la entidad entrega un talonario que permite disponer de los fondos, mientras que en las cuentas de ahorro se entrega una libreta. En el momento de la firma del contrato se rellena también la ficha de firmas. En ella se recogen las firmas de las personas  que cuentan con autorización para disponer de los fondos.

Para abrir una cuenta corriente tenemos que ser mayor de edad. El representante legal de una cuenta es quien actúa en nombre del titular.

En caso de que una persona esté incapacitada judicialmente o concursada va a sufrir ciertas tiene restricciones a la hora de poder abrir cuentas bancarias. Para poder abrirlas deberá establecerse un representante legal.

Si se trata de personas jurídicas, la apertura de una cuenta bancaria debe ir acompañada con la designación de las personas a las que se conceden los poderes para efectuar operaciones vinculadas a dichas cuentas.

¿Qué es el código de cuenta cliente?

Todas las cuentas bancarias se identifican a través de un código de uso universal que se compone de 20 dígitos:

  • 1111 2222 33 44 55555555

1111: Son 4 dígitos que se utilizan para identificar a la entidad.

2222: Son 4 dígitos que hacen referencia a la oficina en la que está abierta la cuenta.

33: Son 2 dígitos de control. El primero de ellos se calcula a partir del 1111 y 2222. El segundo se obtiene a partir de 55555555.

44: Son 2 dígitos que representan el tipo de cuenta.

55555555: 5 dígitos correspondientes al número de cuenta.

Hoy en día, con la adopción del SEPA, se utiliza el IBAN.

¿En qué operaciones es obligatorio presentar el NIF?

Cuando vamos a llevar a cabo una operación es obligatorio presentar el NIF a la entidad de crédito. Para abrir una cuenta tenemos que presentar nuestro NIF en ese mismo instante, o como a más tardar, en el plazo de un mes a partir del siguiente día hábil.

Si tras este mes no hemos presentado nuestro NIF, la entidad suspenderá las operaciones sobre dicha cuenta.

Las entidades tampoco podrán liberar cheques contra entrega de efectivo, bienes, valores  u otros cheques sin la comunicación previa del NIF del tomador, con excepción de los cheques librados contra una cuenta bancaria.

Es obligatorio que las entidades exijan el NIF a quienes quieran cobrar cheques emitidos por otras entidad de crédito cuando el abono no se realice en una cuenta bancaria o en el caso de que los cheques sean de un valor superior a los 3.005,06 € si los pretende cobrar una persona distinta al librador.

Tipos de cuentas corrientes

Cuentas conjuntas

Este tipo de cuentas son las que tienen más de un titular y requieren la firma de todos y cada uno de los mismos para realizar cualquier operación. En el momento de la apertura se decide si va a ser conjunta o indistinta. En caso de no especificar una u otra, se entenderá que es una cuenta conjunta.

La principal ventaja de este tipo de cuentas es que aportan una gran seguridad a los titulares, ya que evita la realización de operaciones sin el consentimiento y conocimiento de todos.

Cuentas indistintas

Estas cuentas también consta más de un titular, pudiendo cualquiera de ellos realizar operaciones sin necesidad de la concurrencia de los demás. Se presupone una relación de confianza entre los titulares al existir facultades solidarias.

Cuentas financieras o supercuentas

Lo que diferencia a estas cuentas de las tradicionales es la rentabilidad que ofrecen. Aunque en la actualidad han perdido atractivo por el bajo nivel de los tipos de interés en su momento rompieron con un estatus que se caracterizaba por la baja remuneración del pasivo que ofrecían las entidades del sistema bancario.

En este tipo de cuentas los fondos captados se colocan en los mercados monetarios y se ofrece a los clientes un tipo de interés bastante similar al negociado en los mismos.

Cuentas de ahorro vinculado

La característica principal es que en ellas el ahorro depositado tiene una finalidad específica. El ejemplo típico es el de las cuentas ahorro-vivienda, cuyo objetivo es la adquisición de una vivienda con dos ventajas: mejores condiciones de financiación y tratamiento fiscal favorable.

Tipos de saldo que se pueden dar en las cuentas corrientes

En cuanto al tipo de saldo debemos diferenciar, por un lado, entre:

Saldo total o contable: Es el total de fondos que hay en la cuenta.

Saldo disponible: Es la parte del saldo total que tiene disponibilidad inmediata.

Saldo retenido: Es la parte del saldo total que por algún motivo no está disponible.

Y por otro lado podemos distinguir entre:

Saldo acreedor: Refleja el importe que el cliente tiene depositados en la entidad bancaria.

Saldo deudor: Indica que el cliente ha dispuesto de un importe superior al previamente ingresado. Esta situación, que coloquialmente se conoce como estar en números rojos, requiere la aprobación de la oficina bancaria en la que está abierta esa cuenta.

Se debe corregir lo antes posible, si no queremos que nos cobren un elevado interés por descubierto.

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