Todo inversor, incluso los noveles, entienden y han oído hablar sobre la diversificación, o lo que es lo mismo, mezclar una variedad de activos para reducir su exposición al riesgo.
El problema está en que muchos inversores no profundizan demasiado en el tema de la diversificación y simplemente invierten su dinero en diferentes valores de un mismo mercado. Esto puede mitigar el riesgo pero no sería lo óptimo o adecuado. La diversificación debería englobar otros tipos de activos y de mercados, esta es la verdadera forma en la que un inversor puede reducir su exposición al riesgo.
Por muy bien diversificada tengamos una cartera de acciones (de un mismo país), siempre estaremos expuestos al riesgo de mercado o sistemático. Este tipo de riesgo es aquel que no podemos eliminar aun cuando añadimos más valores a nuestra cartera de acciones.
Para rebajar el riesgo de nuestra cartera tendremos que repartir nuestro dinero entre diversas clases de activos, por ejemplo, bonos, bienes raíces, acciones, etc. Los movimientos hacia arriba y hacia abajo que se producen en los precios de los diferentes tipos de activo y la baja correlación que exista entre ellos, hará que la volatilidad de nuestra cartera sea mínima. Por eso una buena estrategia de diversificación hará que tu cartera sea más consistente.
Un aspecto fundamental es la correlación entre activos, tanto de la misma como de diferente clase. La correlación se puede resumir de manera sencilla en lo siguiente:
Si la correlación entre activos es 1. Se dice que están perfectamente correlacionados y esto significa que se mueven al unísono, ya sea hacia arriba o hacia abajo.
Si la correlación entre activos es 0. Se dice que no guardan ningún tipo de relación y que cada activo se mueve de forma aleatoria.
Si la correlación de activos es -1. Se dice que están perfectamente correlacionados negativamente. Es decir, si un activo sube, el otro baja en la misma cuantía y viceversa.
Cuando diversificamos nuestra cartera de acciones, comprando valores del mismo país, lo que estamos haciendo es tratar de reducir el riesgo no sistemático, es decir, aquel que es específico de las empresas. Para reducir la exposición a este tipo de riesgo lo que hacemos es invertir en diferentes sectores o empresas. Cuando hablamos de diversificar por clase de activos, estamos siguiendo el mismo principio pero tomando una perspectiva más amplia, nos protegemos del riesgo sistemático.
La diversificación no tiene que ser vista como una garantía total para evitar las pérdidas, simplemente es una estrategia para limitar la volatilidad y conseguir nuestros objetivos financieros a largo plazo.