Panda, Penguin y Hummingbird: Qué pasa con tu negocio

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Cuando se trata de buscar en internet, Google sin duda es el número 1. En algunos países las búsquedas desde este motor de búsqueda suponen más del 90% del total.

Sólo tienes que echar un vistazo a los hábitos que tienes en la red para saber cuánto impacto tiene en tu vida cotidiana un sitio como Google.

Pero ¿qué importancia puede tener para tu negocio? Con los siguientes datos debería quedar más que claro que los buscadores, y más concretamente Google, juegan un papel fundamental a la hora de hacer negocios hoy en día.

Más del 60% de las personas utilizan internet para buscar información y conocer productos y/o servicios. Más del 50% de esta investigación se inicia a través de un motor de búsqueda. Y a cada día que pasa, estos números se incrementan de manera notable.

En pocas palabras, si tienes un negocio, no puedes permitirte el lujo de ser invisible para Google. Puedes tener la mejor web del mundo, pero si el buscador no sabe nada de ella, es probable, que tu público objetivo tampoco.

¿Por qué debes tener en cuenta a Google Penguin, Panda y Hummingbird?

Históricamente la base para la optimización de un sitio web pasaba por elegir adecuadamente las palabras clave que serían empleadas en los lugares más relevantes de la página, además de hacer que otros sitios tuvieran enlaces hacia el tuyo. Si cumplías con esto, tu visibilidad en la red se vería potenciada de manera espectacular.

Sin embargo, esto dio lugar a que los sitios en internet empezaran a llenarse de palabras clave por todos los lados con tal de salir más arriba en los resultados de búsqueda. Es decir, se dejaba de lado la calidad con tal de colocar y repetir hasta la saciedad las keywords. También se dio pie a la creación de un mercado dedicado a la compra-venta de enlaces.

El resultado de todo esto fue malo para el usuario, ya que no estaba obteniendo los mejores resultados posibles para la consulta realizada.

Los sitios que ocupaban los primeros puestos eran aquellos que estaban plagados de palabras clave relevantes para dicha consulta. Se llegaba a tal extremo que en los primeros puestos podíamos encontrar una web en la que solo se repetía esa keyword y no había ningún otro tipo de contenido.

Google se percató de que los usuarios estaban siendo los grandes perjudicados al no recibir los resultados con el contenido de calidad que demandaban a través de sus búsquedas y tomó medidas.

En 2011, Google presentó a Google Panda, el primero de una nueva serie de algoritmos desarrollados y liberados para penalizar a aquellos sitios que no cumplían con los criterios mínimos de calidad que exigía el buscador.

La principal finalidad de este algoritmo era limpiar los resultados de búsqueda de contenido de baja calidad.

Esto provocó que un gran número de sitios que se habían beneficiado de las lagunas que dejaba el algoritmo hasta ese entonces, se vieran abocados a prácticamente desaparecer de las SERPs (Search Engine Results Pages). Por otro lado, los sitios con un contenido único y de más calidad subieron hacia los primeros puestos.

Google no se quedó ahí y siguió añadiendo “animales” a su lista de algoritmos. Aparecieron Google Penguin y Google Hummingbird.

El primero de ellos se centra en filtrar y penalizar a aquellos sitios que tratan de posicionarse artificialmente en los buscadores a través de la construcción de enlaces de manera fraudulenta (enlaces pagados, creados automáticamente, etc.).

Hummingbird, sin embargo pone el foco en dar al usuario la mejor información posible relacionada con la consulta introducida en el buscador.

Este último cambio fue necesario ya que los usuarios ya no buscamos como antes, no nos limitamos a usar términos genéricos de productos y/o servicios, tales como “zapatos” ahora realizamos búsquedas del tipo “zapatos rojos de fiesta”.

¿Qué debes hacer con la web de tu negocio ante estos cambios?

Lo que no debes hacer es centrarte en satisfacer a los diferentes algoritmos que tienen o lanzan los buscadores. Este sería el primer paso hacia el éxito.

No debes dejar de lado las directrices del buscador, pero no tienes que obsesionarte por buscarle fallos al algoritmo para potenciar tu ranking, ya que puede ser que tarde o temprano te puede caer una penalización.

La verdadera clave fundamental pasa por entender a tu público objetivo, conocer cómo realizan sus búsquedas y optimizar tu sitio web para darle todas las posibilidades del mundo una vez recaigan en tu sitio.

Trata de planificar tu contenido en torno a sus gustos y a partir de ahí recoger toda la información posible a través de las diferentes herramientas que hay en el mercado para medir, revisar y refinar tanto la estructura, a través de test A/B, como el contenido que en la web de tu negocio se alberga.

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